Una amiga generosa ofreció cuidar a nuestros hijos para que mi esposa y yo pudiéramos salir solos. «¡Deberían ir a un lugar de lujo!», dijo de repente. Como somos personas prácticas, decidimos ir a comprar alimentos. Cuando volvimos —con bolsas de comida en los brazos—, ella preguntó por qué no habíamos hecho nada especial. Le respondimos que lo que vuelve especial una salida no es lo que haces, sino con quién estés.
En 2015, una mujer dejó en un centro de reciclaje la computadora de su esposo fallecido, y que había sido fabricada en 1976. Pero más importante que cuándo la fabricaron fue quién la había hecho. Era una de las 200 computadoras hechas a mano por el fundador de Apple, Steve Jobs, ¡y su valor estimado era 250.000 dólares! A veces, conocer el verdadero valor de algo significa saber quién lo hizo.